La mejor sonrisa del mundo
En febrero del 2018 fui a Santo Domingo, República Dominicana, porque iban a ofrecerme un trabajo como editor. Al final no resultó, quizás no era tan buen periodista como creía que era. Además, la verdad es que con Hernán nos dedicamos más a la noche dominicana que al periodismo.
Pero hubo un momento en que ocurrió esto y pude ver la mejor sonrisa del mundo. En ese entonces aún creía que podía cambiarlo todo con palabras. Hoy sólo espero que me salven, que no es menor.