Un poeta llamado Neruda y un barco llamado Winnipeg
Cuando escribí esta historia nunca hubiera imaginado que Chile sería y durante unos cuantos años, mi país de recalada, como aquellos exiliados republicanos que llegaron de España huyendo de la guerra. La escribí cuando en mi pasaporte no tenía como sello ninguno de los países del otro lado del charco. De esta manera recojo un hecho tal vez poco conocida en lal historia de España, un final emotivo de la guerra civil.